Llegar a las trincheras de Monegros es sobrecogedor. Todo es acre y desértico, solo algunas arboledas aquí y allá cambian el paisaje. Cuesta creer que miles de personas lucharan por este cacho de tierra árida. Pero derramaron su sangre por algo más que unos metros de terreno; luchaban por ideales, libertad y la legitimidad de la República. Y entre esos hombre se encontraba George Orwell.
El autor de 1984 y Rebelión en la granja’relató en Homenaje a Cataluña sus vivencias en la Guerra Civil Española y los motivos que lo llevaron a enrolarse como miliciano. Él mismo escribió en Homenaje a Cataluña: “Había viajado a España con el proyecto de escribir artículos periodísticos, pero ingresé en la milicia casi de inmediato, porque en esa época y en esa atmósfera parecía ser la única actitud concebible».
El frente de Alcubierre fue el destino del escritor y es ahí donde se encuentra la Ruta George Orwell, que cuenta con trincheras, nidos de ametralladoras, vivac, alambradas, etc. Todo ello restaurado y con carteles informativos que explican el día a día en el frente y cómo se desarrolló el conflicto. Por supuesto, sin olvidar el paso de George Orwell, que para eso la ruta lleva el nombre del escritor.
El frente de Alcubierre era un punto clave para la defensa de Zaragoza y se situaba justo en la delimitación geográfica entre Zaragoza y Huesca. Ahora mismo se accede desde la carretera A-129. De hecho, desde la loma se visualiza tanto la carretera nueva como la antigua. Acceder hasta ahí es fácil en coche, aunque el terreno es de tierra y piedras, así que cuidado si ha llovido o el coche no es muy potente.
A continuación extraigo algunas frases de Homenaje a Cataluña que me parecen representativas de lo que allí vivió el escritor:
“En nuestra tercera mañana en Alcubierre llegaron los fusiles. […] Estuve a punto de desmayarme cuando vi el trasto que me entregaron. Era un máuser alemán fechado en 1896: ¡tenía más de cuarenta años!”
“Es curioso, pero temía el frío mucho más que al enemigo.»
“Cinco cosas son importantes en la guerra de trincheras: leña, comida, tabaco, velas y el enemigo. En invierno, en el frente de Zaragoza, eran importantes en ese orden, con el enemigo en un alejado último puesto.”
“[…] muchos de los hombres carecían de botas y usaban sandalias con suela de esparto.”
“¡Qué absurdo todo! Morirse no en medio de una batalla, sino en el mugriento rincón de una trinchera, por culpa de un descuido de un segundo.” Sí, a Orwell lo hirieron en Alcubierre, aunque no se murió como él pensaba en aquel momento. El proyectil impactó en su cuello y esto supuso el traslado a Barcelona para su recuperación. Y no, no fue herido por el enemigo, sino por un compañero.
La ruta sobre la Guerra Civil se puede completar visitando otras trincheras. Justo en el otro lado de la carretera, aproximadamente a un kilómetro de la salida de la ruta Orwell, encontramos el frente nacional, que también está restaurado en parte. Ahí se encuentra un enorme monumento con una cruz y la bandera de España. Eso sí, no faltan las pintadas antifascistas. A la de la zona inferior es fácil llegar con el coche, sin embargo a la superior, donde se encuentra el monumento, hay que llegar andando por una cuesta bastante empinada y que todo el mundo sube a pie.
En el pueblo de Siétamo también quedan vestigios de trincheras, aunque la mayor parte de ellas están sin restaurar. Orwell también habla de este pueblo en Homenaje a Cataluña. “Mi compañía fue enviada en camión a Siétamo, y luego hacia el oeste hasta Alcubierre, situada justo detrás del frente de Zaragoza. Siétamo había sido disputada tres veces antes de que los anarquistas terminaran por apoderarse de ella en octubre […]”. Cuando llegas a esta zona, y andas por ese corto sendero que antes era la trinchera, te invade un sentimiento extraño en el que notas el paso del tiempo sobre los hombros y cómo las huellas de una guerra tan cruel se borran poco a poco.
“Hay ratas, ratas
Ratas grandes como gatas”
Alojamiento: En Alcubierre hay un camping, pero en el mes de septiembre está cerrado (fecha en la que yo fui, pero probablemente esté cerrado más tiempo). Finalmente la opción fue ir al camping San Jorge de Huesca, una buena opción que permite conocer la ciudad, ya que en 10 minutos a pie ya has llegado al centro. Camping pequeño y modesto, aunque en temporada baja cuenta con menos servicios.
Ángela se va de viaje 
Qué maravilla! Me encanta que nos cuentes estas rutas tan interesantes y que tenemos olvidadas. Cuéntanos más por favor.
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Gracias!! Intentaré mantenerlo actualizado 🙂
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